lunes, 4 de octubre de 2010

Manifiesto de la Editorial X

(Revista literaria Anomia, No.6(66), febrero de 1998, Págs. 30-32) 

Agradecimientos

Le damos las gracias a las editoriales que a través de sus políticas para la promoción y difusión de las obras de autores nacionales, han llegado a la meritoria (y no fácil tarea) de llegar a crear el más férreo estreñimiento en la historia de la literatura guatemalteca. Gracias a ellos podemos agarrar un libro recién impreso y compararlo con otros, escritos por el mismo autor hace diez, veinte, treinta o hasta cuarenta años atrás, y así valorar su esfuerzo al siquiera seguir tratando de hacer algo.

Le damos las gracias a los escritores nacionales que han sabido hermanarse unos con otros y así crear un medio propicio para la publicación, crítica y difusión de sus propias obras; creando un medio cerrado, en donde unos se alaban a otros, excluyendo a todos los extraños que intentan introducirse en el medio. Gracias a ellos podemos ir a alguna conferencia titulada algo así como “la nueva literatura guatemalteca” y al ver a los escritores que expondrán, volver a sentirnos como pequeños niños y olvidar la frustración de escribir algún cuento y verlo podrirse en algún olvidado rincón (o encontrándole, a veces, un buen uso como es el limpiarse el culo con las hojas); pensando “tal vez, dentro de otros veinticinco años podré ser uno de esos jóvenes escritores”.

Especial agradecimiento le damos a los concursos literarios, cuyo valor radica en el reconocer la aptitud literaria de algún escritor ya consumado, que somete alguna de sus obras al gremio de jurados colegas y compadres, o en el caso de elegir a algún concursante novato descubrir la aptitud literaria que corre en sus venas, siendo prueba de esto el apellido que denota su procedencia de alguna ilustre familia de escritores nacionales. Gracias a estos concursos se crea una esperanza, una luz en el camino, que le da ánimo a todos los escribidores apócrifos de que para ellos y para sus obras, hay un lugar debajo del arco iris, claro, mientras que no se den a conocer los resultados del concurso. Pero otra vez, gracias a estos magnos concursos (a pesar del desánimo, frustración, enojo y hasta tendencias suicidas que causan el ver cómo el omnisapiente jurado reconoce su obra como mierda) es a través del querer olvidar la oportunidad perdida ahogándose de guaro en alguna extraña y recóndita cantina, en donde se gestan y destilan las más bajas pasiones que inflamaran los cuentos que, si sobrevive a la intoxicación, dicho aspirante a escritor escribirá posteriormente. Llegando a pensar, que tal vez, cuando tenga la cabeza encanada y se asemeje más su obra al criollismo y al realismo social (si es que no se muere antes de cirrosis, un plomazo, un puyón o de SIDA) podrá algún día ser laureado y reconocido escritor.
 
A todos los que criticaron nuestras obras catalogándolas como claros y patentes frutos de nuestra inexperiencia literaria (aunque hay que reconocer que en nuestras obras hay mucha incongruencia por haber sido escritas en estados alterados, de procedencia natural o artificial). A todos los que nos ignoraron como a perros sarnosos por lo cáustico y sin gusto de nuestras obras (aunque aquí también hay que reconocer que nuestro aspecto desgarbado y nuestras caras de drogados matan a la primera impresión). A los demás grupos literarios por ver nuestras obras como algo no-culto y meritorio (puesto que no le cantamos al amor, a la mujer y a la patria, como ellos; sino que al dolor, al sufrimiento y a todo lo que es real). A Dios (que dicho sea de paso no existe) por no interferir en nuestra obra, ni en nuestra moral, ni en nuestra vida.

¡A TODOS MIL GRACIAS!

Gracias a todos y cada uno de los ya mencionados (así como de los que nos hayamos olvidado de mencionar) es por lo que ha surgido la editorial X, alimentados y facilitando su tarea gracias a ellos; puesto que partir de la nada es fácil, haciendo que cualquier intento de nuestra parte por mover siquiera el dedo meñique para que la literatura nacional avance se meritorio, porque en la escasez cualquier cosa es ganancia.

La editorial X estará dedicada a publicar obras de personas desconocidas que a pesar de no mostrar ningún apego a las normas académicas, muestre alguna innovación extraña, sin importar qué tan extraña sea o que caiga entre lo patológico; puesto que lo enfermizo en la literatura es nuestro deleite. Teniendo un especial y pervertido placer en lo extraño, en lo anárquico, en lo rebelde, en lo inmoral, en lo inusual, y en la sangre de escritores jóvenes (cabe aclarar que por jóvenes entendemos la edad comprendida entre los 13 y los 31 años, y no los 40 a 50 del gremio de escritores reconocidos como los más jóvenes).

Es así como se inicia una nueva era de cambio y apertura, alentando a todos los que escriban con el hígado, con los riñones, con el cerero o con lo que putas se les venga en gana (media vez sea diferente a El señor presidente, La mansión del Pájaro Serpiente, Cara Prieta, Hogar dulce hogar, y a miles de mierdas similares). A participar en esta editorial; con sus aportes literarios, críticas, cartas obscenas, o donaciones en dinero o en especie (principalmente papel) a mandarlas a la dirección:

X
APARTADO POSTAL NO. 1731 
CIUDAD DE GUATEMALA 
GUATEMALA, CENTROAMÉRICA 
E-mail: efprado@infovia.com.gt
Atenta y respetuosamente X
 
(imagen: ronaldflores.com)

sábado, 25 de septiembre de 2010

una conversación con francisco nájera

francisco nájera es un brillante poeta y crítico literario guatemalteco, nacido en 1945. la mayor parte de su vida ha transcurrido en nueva york, pero año con año, durante las vacaciones de verano en la universidad donde trabaja, francisco regresa a guatemala con una serie de libros, plaquettes, "artefactos", afiches y diversos objetos que fabrica en tirajes mínimos y hace circular en manos de amigos. su trabajo poético se distribuye en poco más de cuarenta entregas, a lo que hay que sumar una serie de ensayos académicos de enorme valor, sobre poetas guatemaltecos como rafael arévalo martínez y francisco morales santos.

como lo prometido es deuda, por acá les dejamos algunos fragmentos de la entrevista que ana maría rodas realizara a francisco dentro de la colección pensamiento, editada por el centro cultural de españa en 2006. en dichos fragmentos, francisco hace referencia a su muy particular visión sobre el mundo y la literatura, dejando testimonio del significado personal que el hecho de escribir tiene para este importantísimo poeta contemporáneo.

"quisiera, antes que nada, hacer a un lado esas palabras de "escritor" o "investigador", que nos sugieren a alguien totalmente articulado, con un trabajo específico y un sentido de dirección, que no es mi caso, y enfocarme en la idea de la escritura, de "escribir" como una actividad totalmente abierta, como un vagabundaje sin sentido ni dirección, como una actividad de completa libertad al margen de lo social. es decir, como una actividad radicalmente imposible. allí, tal vez, quisiera percibirme".

"no sé si comunicar sea la mejor palabra para lo que hago. me imagino que sí hay algo de eso pero más bien lo veo como formas materiales de experiencias, concreción de deseos, de emociones que si no lograra materializar, me volverían loco".

"empecé a escribir a partir de una crisis muy dolorosa en la relación con ileana. trataba de comunicarme con ella tal y como sentía que nos habíamos comunicado desde antes de esa crisis, antes de que yo necesitara hablarle. como comunicación dentro de la relación, la escritura falló. pero se convirtió en la búsqueda de un posible sentido que, al final, terminó siendo la escritura misma. fue como si en ella hubiera sido posible explorar la angustia y la rabia dentro de la que yo vivía. al mismo tiempo fui descubriendo un placer oscuro en el acto de escribir; a menudo torpe, pero que se fue abriendo a la posibilidad de las palabras, al placer de sus sonidos, de las imágenes que evocaban..."

"más que la literatura, creo que lo que exige riesgo es el acto de la escritura misma, esa voluntad de abandonarse a ella, a eso que nos puede llevar más allá de toda limitación, de todo uso. a eso que desborda lo que, en general, llamamos literatura. en ese sentido, la literatura pertenece al espacio de lo social, tiene ciertos usos prescritos, mientras que la escritura pertenece a otros espacios, nos enfrenta a una libertad absoluta, que puede incluso alcanzar los placeres de la idiotez o el sinsentido".

"la vida real, al y como yo la entiendo, es la de la carne, y esa se da en el silencio. la escritura, en cambio, pertenece al mundo del lenguaje, al de la imaginación, al del deseo. creo que por eso, en su forma más radical, la escritura aspira siempre al silencio. creo que la escritura "en su forma más radical" excede siempre a las palabras. la escritura de juan de la cruz, además de ser poesía, es, o busca ser, algo más".

"no creo que pueda separar las lecturas de la escritura. son, en cierta forma, una y la misma forma de experimentar, de vivir en el mundo".

"la vida, vivida en toda su intensidad se da en el silencio. la vida verdadera no exige palabras, mucho menos escritura".

"uno escribe lo que tiene que escribir".

fotografía: deguate.com